ORDO AB CHAO

Reflexiones acerca de la Transculturización del Pueblo Mhuysca

Uno de los temas de estudio interesante, y además apasionante para un masón, es el de la Historia. A través de esta disciplina podemos ser conscientes de nuestro pasado, nos ayuda a comprender y a explicar lo que ocurre en el presente, y sirve de base para construir el futuro. Con esto en mente, es preocupante que en el currículo actual de la educación media de nuestro país, esta disciplina haya casi desparecido, trayendo como consecuencia, la ignorancia casi total por parte de las generaciones más jóvenes de la memoria  histórica. Lo anterior podría explicar muchos sucesos de lo que nos ocurre hoy día.

En esta ocasión, en este escrito me referiré a algunos sucesos que tienen que ver con nuestro pasado ancestral.

La transculturización del pueblo muisca fue intensa y muy agresiva, tanto así, que se convirtió en buena medida en una aculturación. Lo cierto es que los muiscas fueron desapareciendo de forma paulatina, tanto cultural, como físicamente. Sin embargo, en los últimos años se ha revivido de manera profusa, a través de investigaciones y de otras manifestaciones, el legado de un pueblo que se niega a desaparecer, sus expresiones y revelaciones están ahí, bien sea en vestigios físicos, espirituales e intelectuales. Solo falta levantar el velo.

Por la anterior razón, expondré algunas reflexiones que quisiera presentar a manera de desafío con el fin de profundizar en cada una de ellas más adelante.

A la llegada de la invasión española o castellana, como se quiera, este pueblo mantenía una organización social afincada en una cosmogonía profunda y llena de símbolos y significados. Quisiera detenerme de manera inicial y en esta ocasión en el mito de Bague, un poco perdido en las leyendas y mitos del pueblo que habitaba la región cundiboyacense antes de la llegada de los españoles.

Un fragmento de este, se muestra a continuación:

'Antes no había nada, sólo Bague, en ella y su pensamiento estaba todo. Ella era lo intangible, la imaginación y la fuerza. En el tiempo en que ella pensó, su pensamiento se trasformó en obra. Bague creó así a los formadores  hacedores del universo, a quienes les dio la orden de iniciar la creación'
Los hacedores y formadores iniciaron, al son del tambor, una danza de larga duración, así fueron creando el espacio y el tiempo en la oscuridad de la nada. Ellos crearon el aire, fiva; la nube, faova; el humo y el camino, ie. Luego, los puntos cardinales y después el arriba y el abajo, para darle volumen al universo. Y en el vacío crearon el centro e la influencia y el poder, el ombligo, al que llamaron tomsa. Pero pasaron muchas eras, bxogonoas, hasta  que llegó el tiempo del principio del mundo"

Me propongo señalar ahora algunos hechos que se extractan del mito:
El origen del universo, según esta leyenda, tiene como protagonista a la Madre Bague, en oposición al Padre Creador enseñado por la religión cristiana. Al respecto el profesor Wiesner (2016) señala:  

"La cosmogonía y cosmología Muiscas se contraponían directamente a la teología cristiana, Bague es la Gran Madre creadora del niverso, quizá mucho más trascendente que la Madre Tierra entre los incas. Figura femenina inmensamente más significativa que el dios padre masculino, terrible y vengativo que describían los misioneros'

Lo anterior, denota el lugar y papel preponderante de lo femenino en la cosmovisión muisca, contrario a la primacía del hombre expuesta por la llamada civilización cristiana.

Ciertamente no deja de ser llamativo y explicaría en alguna forma, la enconada persecución a la llamada idolatría supuestamente practicada  por los muiscas y combatida a través de varias estrategias: la construcción de iglesias doctrineras, la prohibición de hablar la lengua y la persecución permanente a las ceremonias y manifestaciones supuestamente religiosas contrarias a lo mandado por la Iglesia de Roma.

De las iglesias doctrineras y de la persecución hay n recuerdo muy diciente, el ocurrido en el hoy municipio de Cundinamarca llamado Sutatausa.

Según cuenta la historia de este municipio:

"En 1541 se sublevaron los tausas y sutas, por el maltrato que recibían de los encomenderos; bien provistos de armas y de víveres junto con sus familias, se refugiaron en un peñón de Tausa, cerca de Suta, en el que, creyeron estar protegidos dada su inaccesibilidad al igual que sus vecinos de Cucunubá. Otro tanto hicieron los simijacas por similares motivos, atrincherándose en un elevado peñón que luego se llama salto de laya. En el difícil ascenso a la casi inexpugnable cima del peñón, desde donde aquellos les arrojaban piedras, dardos y flechas; se adelantó por una brecha el soldado Pedro Barranco, quien ya a punto de escalar la altura, fue arrollado por una gran piedra que lo arrojó al abismo. Pero tras él, lograron subir Juan Gómez Portillo y Pedro Gateano y el resto de infantes quienes los acometieron bravamente, matando a muchos con sus espadas y obligando a otros a lanzarse al precipicio, prefiriendo la muerte a caer prisioneros; Céspedes no contento de haberlos pasado a filo de espada, los hizo despeñar por nubadas de 500 indios juntos. Este montículo. solitario de la planicie, desde entonces se conoce con el nombre de Peñón de Sutatausa o alto de los farallones; el número de muertos fue casi de 5.000".

Desde los farallones que se muestran a continuación, ocurrió el suicidio colectivo por parte de los indios que resistieron el asedio de los encomenderos y de la cual a cuenta la  historia.

Años posteriores, en esta localidad se construyó la iglesia doctrinera llamada de San Juan Bautista que buscaba aconductar a los nativos. Según Moncada Avila, (2014), en el país se edificaron cerca de 22 conjuntos doctrineros de los cuales el mejor conservado es del que hemos hablado. 

Cabe señalar que las capillas doctrineras eran un punto de referencia para la distribución espacial de un pueblo de indios. Además, tenían como función el aglutinamiento de los indígenas entorno a la autoridad católica y por lo tanto, un lugar para el adoctrinamiento de la ideología cristiana, bien sea de manera persuasiva o violenta. 

Una descripción de la capilla es la hecha por Reina (2008):

"edificio con frente a la plaza, con antecapilla, pila de bautismo, nave única, arco toral, altar y sacristía, construido con techo de dos aguas y muros con estribos iluminados por ventanas altas ... también lo constituyen las edificaciones anexas, como un monasterio la casa cural, la plaza, las capillas posas, la cruz atrial y la capilla abierta. La antecapilla, es el espacio que queda bajo la cubierta del  templo doctrinero cuando se retrocede a la fachada''. 

Además de los espacios descritos de la capilla se encontraba un lugar en el cual se torturaba a quienes se negaban a bautizarse. En síntesis, dos imágenes de la iglesia doctrinera mencionada anteriormente son testigos de lo expresado.

Lo cierto es que, la negativa a ser bautizado o bautizada, llevaba consigo la tortura en un instrumento llamado potro, el cual actuaba como un ensanchador del cuerpo y cuyo resultado era, la fractura de los huesos. En otras palabras, la evangelización tenía que llegar a resultados concretos efectivos so pena de recibir castigos severos.

Otro hecho, hablando de transculturación, se observa en la sustitución de lugares "sagrados" para los muiscas, por la construcción de templos cristianos, que muestran la intención por parte de los evangelizadores españoles de establecer nuevos valores, culturales y religiosos provenientes de la península ibérica, destruyendo todo vestigio de la cultura ancestral sin importar su valor espiritual y cultural. Algunos ejemplos pueden ilustrar la afirmación anterior: Monserrate, Guadalupe, Chiquinquira, Bojaca, el templo San Bernardino en Bosa.

En conjunción con lo anterior, pareciera casual, como lo señala Santos Curvelo que alrededor de la Plaza de Bolívar se hayan erigido 33 iglesias, 27 de ellas superpuestas sobre las piedras sagradas de los antiguos templos Mhuyscas llamadas aras, observándose que por encima de estas se han construido los altares de dichos santuarios.

Así mismo, muchos hemos sido testigos de la edificación de espacios en sitios llamados de "pagamento' con la imagen de la Virgen María en las veredas del territorio cundi-boyacense.

Para finalizar vale la pena preguntarse el por qué fue prohibido el hablar la lengua Mhuysca en todo el territorio de la Nueva Granada. De manera taxativa, la proscripción fue hecha mediante cédula real expedida por Carlos III el 16 de abril de 1770. En resumen, dicha directiva impedía hablar las lenguas nativas en todos los territorios bajo dominio español.

Imagenes tomadas de:
https://ep00.epimg.net/cultura/imagenes/2016/08/04/babelia/1470307641_605941_1470307761_noticia_normal.jpg
http://2.bp.blogspot.com/_2h85F7ylOAY/TM82_m2eKHI/AAAAAAAAADg/bNOZTwVEPbs/s320/ataquealosaztecas-76882.jpg

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Q:.H:. Luis Augusto Cuéllar Garzón

De Los Maestros del Real Secreto